Sobre mi

autoretrato

Soy Gemma Mercader y Tossuda Studio es mi proyecto personal.

Nací en 1974 en Barcelona, ​​ciudad del Mediterráneo, rodeada por el mar y la montaña, siempre presentes. En mi familia soy la cuarta generación que sigue trabajando con las manos, mi bisabuelo, abuelo y padre trabajaban con agujas, telas y lanas y yo con el barro creando vajillas de cerámica artesanal y piezas únicas.

Desde que tengo memoria siempre he tenido una mente creativa. Me licencié en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, ​​compaginándolo con fotografía publicitaria en IDEP. Después estudié ilustración en la escuela Francesca Bonnemaison y finalmente el 2013 volví a entrar en contacto con la cerámica. Fue Montse Sunyer quien me invitó a ir a su estudio a tocar tierra. Desde entonces, he ido pasando por varios estudios de Barcelona, el de Lusesita, Manuela Gerosa, Purificación Rodríguez, Penélope Vallejo i finalmente en la Escuela de Cerámica de la Bisbal.

Después de este viaje, en 2019, decidí montar mi propio estudio y empezar el proyecto de Tossuda.

Disfruto trabajando con las manos creando piezas con volumen. Me sigue emocionando el momento de sorpresa que siempre he buscado. Con la fotografía, en el laboratorio, cuando revelaba las fotos y la imagen comenzaba a ser latente. Con la ilustración, cuando trabajaba con la estampación y levantaba la matriz para ver el dibujo resultante y con la cerámica, cada vez que abro el horno.

PROCESO DE TRABAJO

Todo el proceso de principio a fin pasa por mí, desde la idea hasta el objeto final y disfruto en todas las etapas. Cada pieza y vajilla de cerámica artesanal, necesita sus semanas de trabajo.

Empiezo por pensar en qué objeto quiero hacer, los colores, la grafía, si tendrá chamota o será más fina, si será mate o brillante. Una vez tengo la idea clara cojo la pasta de gres y la trabajo hasta obtener la forma que quiero. Normalmente parto de una plancha y la corto y moldeado hasta que tiene la forma deseada. Luego le doy el color con los engobes y cuando están suficientemente secas pasan por una primera cocción para que queden bizcochadas. De esta manera el color queda fijado y la pieza ya ha perdido el agua. Una vez aquí esmalto la pieza y la paso por la segunda cocción a alta temperatura. Trabajar con gres y temperaturas altas me permite hacer piezas fuertes y duraderas con esmaltes aptos para ser utilizados en la cocina.

Mi bagaje de vida, todo lo que he vivido, leído, visto, experimentado hacen que ahora sea como soy, y eso, mi entorno, y las cosas que siguen pasando son las cosas que me inspiran a la hora de trabajar.


Mi ilusión es hacer piezas funcionales que le acompañen en el día a día o en aquellas ocasiones más especiales. Pienso que el hecho de comer o servir la comida en una vajilla de cerámica artesanal, hecha con tiempo y dedicación nos ayuda a ser más conscientes de algo que damos por obvio y rutinario, cuando en realidad va más allá.